Bajo el lema “Ni un compañero solo”, deseamos mejorar la conciencia social que comienza a desarrollarse durante la adolescencia, por eso hacemos especial hincapié en los alumnos más pequeños. Con este proyecto mejoramos nuestra capacidad empática ya que aprendemos a ponernos en el lugar de la otra persona.
Pretendemos dotar a los alumnos de herramientas que les permitan integrarse en el Centro. Para ello, se diseñaron unas pulseras solidarias con objeto de identificar a los alumnos que están dispuestos a ayudar y acompañar a sus iguales que, en un momento determinado, se sienten solos o excluidos. A partir de reuniones de delegados de curso y de los responsables de Pastoral del Centro, comentamos la actividad para que tomasen conciencia y trasladasen la iniciativa a otros compañeros que quisieran involucrarse, de tal forma que se iniciase una cadena de ayuda gestionada por y para los alumnos
“Hace ya un tiempo, en la hora del recreo, vimos que varios compañeros solían estar más aislados. Quizás, se podría tratar de algo puntual, pero al observar que se repetía a menudo, nos llamó la urgencia por ayudarlos a integrarse más. A esto se une la idea de un “tik tok”, en el que veíamos a un grupo de niños que habían creado unas pulseras sin un fin concreto. Nos pareció una idea perfecta, ya que las pulseras suelen ser económicas y llamaría la atención de los compañeros de nuestro instituto.”
“Queríamos ayudar a los que solían estar más aislados y solos, fuera por el motivo que fuera, ya que nadie merece ningún tipo de discriminación. Con la pulsera, la persona que estuviera pasando por un mal momento podrá localizarnos y tener nuestra ayuda ya que podemos escucharlos y ayudarles. Además de esto, no solo queríamos que el beneficio fuera para nuestros compañeros, sino que el dinero recaudado fue enviado a Cáritas para los más necesitados”